Uno de los puntos de mayor controversia para algunos sectores de opinión en la sociedad de Guadalajara está en que con el arrivo de miles de fieles que visitan el Santuario del Señor de los Milagros, llegan también otros con la intención de usufructuar la sensibilidad y caridad de los creyentes y demás visitantes.
Lo anterior ha hecho que se haya ido creando una comunidad de personas indigentes que han encontrado en lugares patrimoniales como el edificio de los Portales y en el Teatro Municipal de Buga, sus lugares de cobijo.
La situación ha sido generadora de incomodidad para los comerciantes y prestadores de servicios que tienen sus locales en estos puntos, tanto por la ocupación de estos espacios, como por los olores fétidos que se producen, al convertirse este sector en una gran letrina pública.
Lo anterior ha motivado que este gobierno municipal tome medidas, entre las que está la reubicación de estas personas con su caracterización, encontrándoles un sitio de dormida y alimentación en el Hogar del Mendigo o del menesteroso «San Lorenzo Diácono», que es administrado por la diócesis de Buga.
Sin embargo, el que estas personas de la calle asuman de manera disciplinada su traslado hasta este punto, un poco distante del centro de la ciudad, implica una labor de organización que asegure que ellos lleguen hasta allá y lo otro es que quienes se han censado, correspondan verdaderamente a quienes han sido caracterizados como habitantes de la calle.
En este sentido la administración de la alcaldesa Karol Vanessa Martínez ha mostrado la intención de darle al problema un enfoque más social y humanitario que represivo y policivo, creando el programa
Gestores de Vida, con un grupo de personas que recorren diariamente, desde las 7:30 a.m., los espacios públicos, zonas verdes y parques del sector histórico de la ciudad, con el propósito de mantener el orden en estos lugares y ofrecer la posibilidad de reubicación en Centros de Rehabilitación y/o Hogares de Paso.
Según se ha dado a conocer por los voceros de este gobierno municipal, entre las responsabilidades de estos Gestores de Vida, está realizar la caracterización e identificación de las personas en situación de calle, facilitar su acceso al régimen de salud subsidiada y coordinar actividades de sensibilización y pedagogía tanto para residentes locales como para turistas, como parte de la campaña «No a la Limosna».
Pero a pesar de lo anterior, de acuerdo con apreciaciones de miembros de la comunidad, faltaría aún por responder a una gran falencia que se tiene en esta ciudad tan visitada, como es la construcción de baños públicos en sitios cercanos al Centro Histórico, en donde estas personas de la calle y hasta algún turista deprevenido, no encuentra con facilidad un servicio de baño, ya que hasta el momento los únicos servicios sanitarios públicos con los que cuenta la ciudad son los que ofrece la fundación Casa del Peregrino de la comunidad redentorista, frente a la Basílica de Buga, a tal punto que para hacer uso de un baño público, un visitante a la ciudad tiene que acudir a una cafetería o restaurante, en caso de que esté abierto y de que le permitan acceder al servicio, porque de lo contrario se verá obligado a tener que acudir a algún parque o lugar solitario para cumplir con sus necesidades fisiológicas.
En casos como el citado es difícil pensar que un habitante de la calle,( y más aun si tiene problemas mentales) pueda dejar de usar la calle en caso de tener la necesidad de desocupar su cuerpo.