«Raíces» nace en Buga para descubrir sabores y encantos del Pacífico, como una promesa de un hijo a su padre.
La historia la cuenta Richard Bejarano, un arquitecto bonaverense apasionado por la comida de mar y la cultura del Pacífico, quien un día le hizo la promesa a su padre de comprar el establecimiento en donde el vivía para tener un sitio en el que se rescataran las tradiciones gastronómicas y culturales del Pacifico, volviendo a las raíces de los pueblos ancestrales que llegaron desde el África.
Asi fue como la partida al viaje sin retorno de su padre hace hoy dos años, lo impulsó a dar cumplimiento a esta promesa.
Raíces que para la población del interior de Colombia permanecen en gran parte ocultas, desconociendo la mayoría de la gente las inmensas bondades de una cultura y gastronomía que transpira alegría contagiosa, con sabores y colores únicos que embelesan y llenan de nueva vida al ser humano.
Hecho que refiere con satisfacción cuando habla de la longeva y saludable vida que tuvo su abuelo, quien alimentándose de la gran variedad de platos de la comida tradicional del Pacífico, llegó hasta los 98 años de edad con la plenitud de sus facultades.
Sin embargo, paradojicanente Colombia siendo un país de dos mares,con un inmenso potencial pesquero en el Pacífico, lo desaprovecha, contemplando a países vecinos como Perú y Ecuador, con una mejor industria pesquera y un mayor consumo de alimentos del mar, situación que él analizaba con su padre, llegando a concluir que una de las razones para que esto se de, es que ha faltado creer un poco más en las ciudades Intermedias y el Valle del Cauca tiene varias, como son: Palmira, Guadalajara de Buga, Tuluá, Cartago, de allí que se deba mirar más allá del mercado de las capitales Cali.
La cuestión para él: «es que este mercado ha dejado de ser comercial porque falta quien prepare ese tipo de comida, pues el turista que viaja al Pacifico y la consume al retornar a su ciudad y querer volver a consumir los platos del Pacifico, nota una diferencia abismal, pues para saber preparar esta comida se necesita conocer todos los detalles y secretos transmitidos de generación en generacion por las matronas que aprendieron el conocimiento de una gastronomía que es un legado ancestral».
Por lo anterior para él la clave del éxito para un restaurante de comida de mar es saber prepararla, encontrando el punto ideal de cocción para cada pescado o marisco, que es diferente en cada caso.
Razón por la cual su equipo humano en el restaurante es originario del Pacifico.
El otro aspecto que él toca y considera fundamental es la no utilización de los conservantes como el glutamato monosódico, que aquí dejan de emplearse, acudiendo en su lugar a las hierbas de azotea, usadas por las matronas, como son: el cimarrón , el poleo, que es una hierba de sabor a menta, el cilantro (conocido en el sur del Pacífico como Chillangua) y los ajíes dulces propios de esta región litoral, condimentos originales que le dan su sabor característico, junto con la leche o zumo de coco que acompaña al pescado de mar.
Motivo por lo que esta comida además de ser rica en nutrientes es muy saludable.
De esta forma con el liderazgo de aliados estratégicos que trabajan por la promoción gastronómica como «Buga Ancestral», gracias al contacto establecido con Luisa García, «Raíces» se proyecta para Richard Bejarano mucho más que un restaurante solo para venir a comer, en un gran punto de encuentro para mostrar todas las bondades y la riqueza cultural de la Región Pacífico, con su música, mitos, leyendas, sus cantadoras, las parteras con sus historias, afirmando que «la primera y más importante impresión que se busca de las personas es que se lleven para siempre dentro de si el sabor auténtico e inconfundible del Pacífico y su comida tradicional «.